Valero Lecha

Valero Lecha y El Paisaje

Valero Lecha generó un interés por la pintura indigenista y paisajística, por lo que comenzó a representar la vida cotidiana y el paisaje salvadoreño en sus lienzos.

Adoptó como tema principal de sus obras el paisaje salvadoreño, con vistas de volcanes, montañas, así como árboles dramáticos y representaciones de pueblitos. Estos paisajes constituyen la prueba innegable de los dotes paisajistas de Valero, y todos ellos son un fiel reflejo de su continua obsesión por no imitar algún otro artista.

Estos oleos que realizó durante esta época son los más conocidos del maestro, siendo a menudo clasificados como “académicos” o “decorativos”.

Valero Lecha y Los Bodegones


Otro genero preferido por el maestro Valero Lecha fueron los bodegones, un tema que manejaba muy bien desde su etapa formativa en España. Los bodegones fueron un género que utilizaba mucho, de manera muy personal y también para que sus alumnos pudieran pintar del natural.

Dentro de sus bodegones podemos observar composiciones que eran cuidadosamente elegidas y colocadas, lo que permitía representar la realidad de los objetos e infundirlas en simbolismo.

En estas colocaciones utilizaba paños que arropan las composiciones y que funcionan de pretexto para poder analizar los pliegues de las telas y pintarlos, además de otros elementos como tecomates, huacales de morro, comales de barro y sobre todo las distintas formas de frutas tropicales que permitían estudiar volúmenes y texturas.

Valero Lecha y La Figura Humana


El estudio de Valero en la figura humana y su interés por la pintura indigenista nos lleva a analizar una de sus principales obras que combina estos dos mundos.

En el óleo de Cariátide Cuscatleca, podemos visualizar la influencia de la cultura europea, marcada no solamente en los trazos de la pintura, sino que también en la pose de la chica que asemeja a las columnas de los templos griegos que tenían figuras femeninas y que precisamente son llamadas cariátides.

Gracias a esta obra podemos conocer como nos observaban los extranjeros en esa época. En esta obra vemos la representación de una persona local, de nosotros y de nuestra historia.

Valero Lecha y Los Vientos de Octubre


Un tema por el que Valero Lecha se interesó repetidas veces fue “Los vientos de octubre”, pero ¿qué fue lo que pudo ocasionar este constante interés?

Fue precisamente poder representar el dinamismo del movimiento lo que lo llevó a investigar otras opciones que podría utilizar para representar esto. Abordó el tema hasta en ocho ocasiones, hasta donde se puede constatar, y todas estas composiciones llevaban su fuente de inspiración en las mujeres que habitan en las faldas del volcán de San Salvador, más en concreto en el aspecto dinámico que adquieren sus vestimentas cuando soplan en la capital los fuertes vientos del mes de octubre.

Valero Lecha y El Dibujo


Un tema al que Valero Lecha también dedicó mucho de su esfuerzo fue al dominio de la técnica del dibujo. De estas actividades ha quedado una impresionante cantidad de retratos que reproducen a personajes salvadoreños, a los cuales el pintor representaba con total dignidad.

Su método para perfeccionar dicha técnica consistía en muchas horas de estudio, copiando hasta la saciedad un número considerado de modelos del natural y vaciados de yeso hasta que finalmente conseguía esa soltura en el manejo del carboncillo y del lápiz.