Julia Díaz

Es una de las artistas más importantes del país pues gracias a ella se fundó el primer museo de arte, el Museo Forma en 1983, utilizando su propia colección que reunió durante veinticinco años. Con ésta colección se muestra claramente el desarrollo de la pintura de El Salvador y los temas más destacados, como el indigenismo, los paisajes y las reivindicaciones sociales. Encontramos ejemplos antiguos de arte académico con claras influencias europeas, otros de inicios del siglo XX con influencias del muralismo mexicano y también de mediados del siglo XX con obras más expresivas y abstractas. Además otras expresiones pictóricas que se podrían relacionar al realismo mágico, entre otras que representan a nuestro pueblo, su contexto e historia.

Ella como artista desarrolló un proceso académico que con los años se volvió más expresivo, en su mayoría abordó temáticas locales. Por ejemplo la obra titulada “La fuga” de 1970, con la que hace referencia a los años complicados previos a la guerra civil en El Salvador. Un año antes, en 1969, se había dado la guerra contra Honduras -conocida como la guerra del fútbol-, y que fue un factor importante para fracturar la unión económica de la región.

La expulsión de los salvadoreños por parte del gobierno de Honduras fue uno de los motivos de dicha guerra, lo cual provocó pérdida de capitales, remesas y trabajos, propició el hacinamiento en El Salvador, el desempleo local y redujo el comercio. Este desequilibrio económico, durante la etapa de gobiernos militares y autoritarios, que respondieron con represión a las expresiones de descontento del pueblo, propició una tensión que gradualmente fue creciendo hasta estallar a inicios de los ochenta en una guerra civil.

La pintura titulada “la fuga”, puede hacer referencia a esas movilizaciones forzadas de poblaciones vulnerables, a través de trazos expresivos donde la figura parece desvanecerse y proyectarse hacia nosotros. Un trazo negro muestra su recorrido de esa figura y al mismo tiempo asemeja a una locomotora; como si pronto saldrá del cuadro para pasar junto a nosotros rápidamente. Además, la figura parece tener algo entre sus manos, quizás objetos, quizás un bebé.

Sin duda es una imagen que transmite mucha tensión por la textura de sus fuertes y veloces trazos, los cuales vuelven el rostro casi irreconocible y los pigmentos colores tierra sobrepuestos, enfatiza el drama de la escena.

Con esta pintura Julia Diaz no solo nos habla de un momento, sino que trata de transmitirnos las emociones y tensiones relacionadas a los acontecimientos de la historia nacional.

Esta y otras pinturas las puedes encontrar en el catálogo digital “Julia Diaz, La herencia de sus sueños” curada por Rodolfo Molina.