Una exposición que nos invita a ver con atención y a observar cuidadosamente.
Exhibiéndose
El Museo MARTE de la mano de la familia de San Avilés, presenta la muestra “San Avilés”. La exposición nos presenta obras representativas del proceso formativo del artista salvadoreño. Estas piezas que son las más antiguas de su colección, evidencian su talento y la sólida base académica adquirida en la Escuela de Valero Lecha en San Salvador, donde estudió de 1950 a 1954, lo que consolidó su vocación.
San Avilés es un artista salvadoreño cuya obra se desarrolló principalmente en Europa. Pocas de sus piezas forman parte de colecciones de acceso público. En esta ocasión, Santiago Martínez—curador y sobrino-nieto del pintor—nos ofrece una ventana a su obra, incluyendo algunos elementos personales resguardados por la familia, lo que representa una oportunidad valiosa e imperdible para conocer más sobre este artista y su riqueza artística.
San Avilés nos comparte su atenta mirada a través de sus obras. Con cada pincelada, acaricia y detalla la escena con una precisión casi perfecta. Se destaca su marcada preferencia por el cuerpo masculino, que, más que una simple representación, se transforma en un deleite visual gracias a la minuciosidad y paciencia con que el artista plasma cada trazo. Cada milímetro del cuerpo es recreado de forma ideal, reflejando la perfección que él mismo persigue.
El detalle en cada una de sus obras refleja la enorme pasión por crear imágenes, escenas y personajes tan cuidadosamente representados que podrían haberse considerado perfectos a sus ojos. Se dice que tenía la paciencia de un santo para pintar, de ahí su nombre “San Avilés”. Así, las virtudes que encontramos en algunos santos, como la paciencia, la dedicación, la disciplina, incluso la intención de construir un mundo ideal (aunque sea en sus obras), se reflejan en su obra. Estas cualidades son inseparables de su nombre y de su arte, y se desbordan en cada una de sus pinturas.
La obra de San Avilés es una invitación a la contemplación, la máxima atenciónal detalle en sus piezas, tanto en miniaturas como en lienzos más grandes, invita al espectador a observar minuciosamente y descubrir capas de significado que van más allá de la superficie.Cada trazo, desde el delicado dibujo de un cabello, hasta el brillo en la piel de sus personajes o, en las frutas que pinta, invitan a detenerse, a mirar con atención y a apreciar cada detalle, ofreciendo un espacio de contemplación indispensable en un mundo saturado de imágenes efímeras.
En definitiva, la meticulosa observación y el profundo disfrute del proceso en la pintura de San Avilés son su sello inconfundible.
“San Avilés” se inaugura el 6 de marzo de 2025 y estará en exposición hasta el 8 de septiembre de 2025. Estará abierta al público de jueves a domingo desde las 10:00 a.m. a 4:00 p.m. y los lunes de 6:00 p.m. a 7:30 p.m.
Sobre el artista:
Ernesto «San» Avilés Cordón
Ernesto “San” Avilés nació en Santa Ana, en 1932. Entre 1950 y 1954 hizo sus estudios artísticos en la Academia de Dibujo y Pintura del maestro español Valero Lecha. En 1956 fue becado por el gobierno salvadoreño para asistir a la Real Academia de Artes San Fernando en Madrid, España, donde permaneció hasta 1959. En ese mismo año fue becado para estudiar Arte Abstracto y Pintura Contemporánea en la Academia de Arte Julian, en París, Francia, donde ganó un premio y terminó sus cursos en 1961. Vivió el resto de su vida en París, realizando estudios formales e informales en Europa. En 1972 asistió a La Stamperia dello Stato, en Roma, Italia, donde estudió grabado. Falleció en la capital francesa, en 1991.
Aunque su obra ha sido descrita como ultrarrealista, hiperrealista, surrealista y hasta miniaturista, queda claro que la tradición del realismo europeo es de importancia en su obra. Su estilo minucioso incluye técnicas en pintura como el temple al huevo, óleo, acrílico, acuarela y encáustica; y dibujos en carboncillo, lápiz, pastel seco y graso, bolígrafo, y tinta china entre otros. Según Sebastián Fernández, San Avilés viajó extensamente por Europa y el norte de África, y dominaba varios idiomas: español, francés, inglés, italiano y griego moderno. Estas experiencias le permitieron asimilar influencias griegas y árabes, evidentes en algunas de sus obras, como en sus dibujos, donde con soltura y expresividad y con pocas líneas esboza cuerpos y escenas.
Exhibió individual y colectivamente en El Salvador, España, Francia, Italia, Panamá, Israel y los Estados Unidos, principalmente en Nueva York. En 1976 se le celebró una Exposición Individual en la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, D.C. Sus obras forman parte de colecciones importantes en El Salvador y en el extranjero, entre las que se destacan la colección privada del Duque de Edimburgo y del Príncipe Felipe de Inglaterra.
El Museo Marte está comprometido con la preservación y difusión del patrimonio artístico de El Salvador, y tu visita contribuye a este importante objetivo. Ven y déjate inspirar por la belleza del arte, sumérgete en su magia y descubre cómo el arte puede despertar tus emociones y ampliar tus horizontes.
¡No pierdas la oportunidad de visitar el Museo Marte y sumergirte en un mundo lleno de colores, formas y expresiones artísticas! Te esperamos con los brazos abiertos para compartir esta experiencia inolvidable contigo.
