Perros de la calle
Manuel Ramos
En el pecho de la noche se acumula una manada de
/ perros
atizan a mordidas su brama
hacen batallas cerca de la hembra que pelean
no solo palpita el instinto en sus ojos
No solo crece el deseo en sus colmillos.
Tienen una lengua que arde y deforma el sonido
En sus hocicos hay una enfermedad que ladra a
/ cada momento.
ninguno alcanza a detener esa furia entre los dientes.
Y ahí están horas en una danza, privados por su
/ misma naturaleza
sobre el asfalto y el concreto a la espera de cometer
/ otro acto violento
uno a uno son desgarrados por los más fértiles
ese rito es una pelea casi humana,
son bestias vueltas enemigos
por conseguir el amor de su amada.
Y los músculos se tensan
y las últimas dos bestias salen a aullarle a
/ nuestros oídos
es como si solo hubiesen dos bandos
uno rojo y uno negro
cristalizados para el mundo, unidos en un solo lienzo.
Quien ganará.
A quién la hembra le lamerá sus heridas.