New Promises
Alberto López Serrano
1
Si la luz de esta noche se detiene conmigo,
hondos van los silencios a reclamar mi sangre,
a quebrar el asfalto centímetro a centímetro
hasta entroncar el grito que de mi barro lame la potencia
/ del sol,
el desierto de sal que se forma en mis pasos.
Brinco bestias y espinas.
Mi voz es como un no que se calla al final de la advertencia
/ loca.
Van mis llagas en fila.
Parpadea la noche.
Se me agolpan las venas llenas de arena ardiente
que me reduce a humo,
que me condena al lodo,
que me desgasta el puño,
que despenica mi alma sobre la carretera
y queda entera untada
y que viaja en las llantas de algún motor cualquiera
que no arrulla ni canta.
2
Nadie duerme.
Nadie vive.
Y aquel muro se levanta.
Ruedan ya por todas partes los pasos que lancé.
Inerme.
¡Si aún palpitan los sueños de la sed en mi garganta!
Aunque sea una frontera,
prometo no detenerme.
3
Se incendia un niño cuando en los rieles fríos,
de golpe,
se posa un tenue rayo de sol.
Pero si llueve todito el sol sobre estos rieles,
acero y sangre,
brilla un torrente de niños tristes que se estremecen
por el sendero que los contiene.
Pálidos pies,
ceniza ardiente
son sus sonrisas que se detienen a saludar
y no lo advierte la caravana de la nueva gente
que se unirá al coro inerte
que llueve tieso
y mudo siempre
en el desierto.
Y llueve
y llueve
y nadie escucha
y pasa y siente
y quema y vibra
y que se vuelve fantasma,
olvido,
y grita
y bebe la ardiente arena
fantasma redes angustia noche
sed sal redes sed sal sed sal
Ya no te atreves a dar tu nombre,
voz que te pierdes en espejismos
buscando suertes
rodando calles.
Sé que te atreves a abrirte el paso
sed sal sed rieles
igual que el sol
aunque la muerte.