Sociedad de Música de Cámara, presenta:
Existe un puente entre lo que vemos y lo que oímos. Pintores y músicos lo han cruzado durante siglos: unos con la luz, otros con el sonido. Así como el pintor mezcla pigmentos, el músico combina timbres y armonías para revelar colores invisibles. Algunos brillan con intensidad; otros habitan en la sombra o el silencio.
En esta exposición sonora te invitamos a recorrer una galería de sonidos: a escuchar como quien contempla un cuadro, dejando que cada obra revele su tono, su textura y su luz. En el arte visual, el color da forma a la emoción; en la música, su significado se expande. A veces es timbre, la huella sonora de cada instrumento. Otras, estilo: el brillo barroco, la calidez romántica, la transparencia moderna. Y, siempre, emoción: la pasión, la melancolía o la serenidad que despierta cada sonido.

A lo largo del tiempo, artistas y pensadores han intentado unir sonido y color. Newton buscó correspondencias entre los tonos del arcoíris y las notas musicales; Kandinsky pintó sinfonías; Scriabin soñó con un teclado que encendiera luces; Messiaen veía colores al escuchar. Pero más allá de la ciencia o la sinestesia, lo que nos conmueve es la poesía de la idea: que el sonido también puede pintar.
En este recorrido, cada obra abre una puerta hacia un color distinto. Vivaldi ilumina con la energía y el contraste del barroco. Fauré difumina los contornos románticos de la voz y el deseo. Glazunov despliega los pigmentos profundos de la tierra eslava. Satie, en su transparencia moderna, deja que el silencio mismo se vuelva color.
Conoce a los artistas:
Sociedad de Música de Cámara de El Salvador:
La Sociedad de Música de Cámara de El Salvador reúne a músicos que creen en el valor de escuchar y compartir. Desde 2022, organiza conciertos y proyectos que dan vida a la música de cámara en contextos diversos, conectando a intérpretes y público a través de experiencias sinceras y cercanas.
En esta ocasión, el ensamble está conformado por Andrea Nolasco y Mario Alvarenga en los violines:


Marjorie Moya en la viola y Miguel Berganza en el violonchelo:


Cuatro músicos que han compartido escenario en la Orquesta Sinfónica de El Salvador y en distintas agrupaciones orquestales del país, además de participar en encuentros y festivales internacionales.
Más allá de sus trayectorias individuales, los une una misma forma de entender la música: como un espacio de escucha, diálogo y encuentro — una manera de hacer comunidad a través del arte.
Músicos invitados:
Gracia González: Soprano lírica salvadoreña reconocida por su calidez vocal y fuerte presencia escénica. Formada en el programa de ópera de El Salvador bajo la guía de Joseph Karl Doetsch y Gladys de Moctezuma, ha complementado su preparación con clases y masterclasses internacionales.
Ha sido solista con la Orquesta Sinfónica Nacional de El Salvador en obras como Carmina Burana y la Sinfonía de las Lamentaciones de Górecki, y ha interpretado roles como Pamina, Micaela y Fiordiligi.
Combina su carrera artística con la creación de contenido cultural en redes, acercando la ópera a nuevas audiencias con humor, sensibilidad y belleza.

Eleazar Membreño: Pianista salvadoreño de destacada trayectoria internacional. Se ha presentado como solista, camerista y acompañante en salas de concierto de América y Europa, y ha sido laureado en distintos concursos y festivales.
Realizó estudios superiores en Costa Rica con Alexander Sklioutovski y obtuvo una beca completa de la Fundación Carolina para cursar una maestría en Barcelona bajo la tutoría de Enrique Bagaría.
Actualmente desarrolla una intensa actividad artística y docente en El Salvador, combinando la interpretación con la formación de nuevas generaciones de músicos.
