La exposición desarrolla el deseo de dar al público una visión amplia y representativa del arte nacional. Su amplitud se refleja en el número de obras y artistas reunidos, y en la inclusión e interacción de diversas ramas de la plástica como son la pintura, la escultura, el dibujo, el grabado y la fotografía. Su representatividad se refleja en la presentación de obras desde mediados del siglo XIX hasta la época contemporánea.
Otro de los deseos de esta exposición es insertar el arte nacional dentro de los discursos del arte universal, analizando como este ha sido interpretado en el contexto local. La búsqueda de muchos de nuestros artistas (y críticos) por definir un «arte nacional» a menudo ha conllevado un alto grado de exclusión dentro de nuestra historia del arte -ya sea por los contenidos o estilos «extranjeros» de la obra o por la nacionalidad del artista.
reVISIONES: encuentros con el arte salvadoreño comprende 138 obras de 77 artistas, presentadas en cuatro núcleos secuenciales: Los trazos de las Identidades, Lenguajes del paisaje, De la superficie a lo sublime y Bajo los signos de Alicia: Los territorios del sueño. Las obras fueron reunidas a partir de la propia colección del MARTE, de la Colección Nacional propiedad de la República de El Salvador y del préstamo realizado por diversos coleccionistas privados.
El primer núcleo, titulado Los trazos de las identidades, está compuesto en orden histórico, manteniendo relaciones temáticas y estilísticas a lo largo del recorrido para contar la historia de nuestra gente y del país reflejada en el arte. En ella vemos la influencia del arte europeo desde los finales del siglo XIX hasta la década de 1940, tiempo en el cual resalta el interés de nuestros artistas por conjugar los estilos en boga y de vanguardia con representaciones de las etnias y costumbres nacionales. Así como un ordenamiento cronológico puede ayudarnos a comprender nuestro pasado y presente, un ordenamiento estilístico puede enseñarnos, a través de semejanzas y diferencias, los diversos lenguajes ocupados por nuestros artistas.
El segundo núcleo, titulado Lenguajes del paisaje, ha sido organizado resaltando los grandes movimientos del arte universal que han impactado el arte nacional. Veremos cómo los cambios de estilo cambian la significación de nuestro paisaje y, por ende, nuestra identidad.
En el tercer núcleo, De la superficie a lo sublime, se muestra el arte abstracto producido durante los últimos 60 años, interpretando las influencias cubistas y futuristas de la primera mitad del siglo XX y las influencias informalistas y expresionistas abstractas de la segunda mitad del siglo XX. El rompimiento de los cánones de la pintura académica y representativa disminuye la profundidad del espacio y enfatiza la superficie de los cuadros para darnos visiones individuales, originales y emotivas de los elementos que nos rodean en el mundo o los estados interiores y psicológicos de los artistas.
El cuarto núcleo, Bajo los signos de Alicia: Los territorios del sueño, reúne obras surrealistas con contenidos de imaginación, magia y profundidad psicológica para romper con la lógica dominante en el mundo. Las representaciones de los personajes en esta sección incluyen esculturas, pinturas y dibujos que buscan expresar una verdad o significación interna a través de lo irracional y los sueños; hacen apartados para monstruos de las profundidades humanas, figuras, anfibios y rondas nocturnas.
